Singapur aparece por primera vez en los registros históricos alrededor del siglo II de la mano de un astrólogo, geógrafo y matemático, llamado Ptolomeo. En el siglo III, los relatos chinos bautizan a esta ciudad como la “Isla en el Final”, debido a su situación geográfica en el extremo de la Península Malaya.
Más tarde, cuenta la leyenda que el príncipe de Srivijaya, mientras visitaba la ciudad, se le apareció un león. Algo imposible, ya que en la zona solo habitaban tigres. Tras este encuentro, la región empezó a conocerse como Singapur, que significa “Ciudad del León”.
Después de muchos años, se instauró la República de Singapur y, con este cambio político, empezaron a formarse otros cambios en el ámbito económico y social.
Hoy, la ciudad es reconocida como uno de los centros financieros más importantes del mundo, gracias a la riqueza de recursos naturales como el petróleo. Además, posee uno de los puertos más comerciales del planeta.